Y llegamos a la última etapa del viaje. Partimos de Esperanza y tras un día navegando por el mar arribamos a Marambio. Esta es la primer base argentina antártica. Dedicamos la tarde a recorrer el lugar y volvimos al buque a descansar porque la base estaba desbordada de gente y allí no teníamos lugar para hospedarnos. Por esos días estaban replegándose los campamentos científicos de todos los países que se te ocurran, y Marambio es el corazón de esa latitud; además el ejército argentino en estos casos, entre diciembre y febrero, hace de coordinador en la distribución de los grupos hacia las diversas bases.
Confiados en volver al otro día para realizar el regreso a nuestro continente, nos enteramos por una mujer que trabajaba en la torre de control del aeropuerto que se acercaba un frente de tormenta que duraría varios días. Sin posibilidades de volver, resignados, partimos al Golovnin .
Ya en el buque "sufrimos" la tormenta, que azotó con fuerza durante varios días. Vientos fuertísimos, temperaturas extremas y nieve fueron nuestra diaria compañía.
La primera de esas noches, y tras desatarse la tormenta, el capitán ruso se levantó a las 4 de la madrugada y partió al puente para des fondear al buque y partir de ese lugar, porque el viento traía muchísimos témpanos que hacían puntería contra el buque... Por la mañana intenté salir a cubierta, pero ya había como 60 cm de nieve, las olas alcanzaban sus pares de metros , y el mar hacía rolar a toda la nave. Ya el mediodía prohibieron salir a cubierta; esta medida duró cuatro días.
Bueno para qué te voy a contar lo que es estar incomunicado en el polo, caminabamos enjaulados tratando de poner buena cara al temporal... Después llegó el día en que la tormenta se fue y apareció el sol con el cielo absolutamente limpio y partimos a Marambio para hacer noche allí y partir a nuestro continente al día siguiente. Estas son algunas fotos de esta breve síntesis de lo que fue estar en la antartida.
Partimos de base Esperanza hacia Marambio.
El capitán ruso y el cartógrafo fijan el rumbo de salida.
Amanece despejado .
Volvemos a las costas de Marambio.
Mucho frío pero todo es alucinante.
La contemplación en silencio es la fórmula.
Marambio está despejado.
Adiós al maravilloso Golovnin...
Mis pisadas antárticas . Un recuerdo
inolvidable en mi corazón.
Si queres ver las notas que hicimos en la antartida aca tenes la direccion:
1 comentario:
Señor, usted me ha dejado maravillado, boquiabierto, extasiado...las palabras no son suficientes.
Le felicito y le agradesco tenga la generosidad de publicar tan bello trabajo.
Le molestaría si me pudiese compartir algunas fotografías con mejor calidad? son solo para uso personal sin fin de lucro y posible publicación en mi blog personal; le suplico me conteste a mi correo personal squallleonhart@att.net.mx
Un agradecimiento de antemano.
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